SAN PEDRO DE TENORIO

Cotovad (Pontevedra)

  

 

San Pedro de Tenorio es un bucólico pueblo rural gallego de paisajes abrazados por sinuosas laderas de montañas que parecen emerger de una azul fontana de cristalina lluvia y argentada niebla, y que invita a la ensoñación y te transporta a páginas ya escritas de idílicas odiseas. Tenorio parece un pueblo perdido, anclado en medio de un celeste jardín y, en apariencia, aislado del mundo. La inestimable ayuda del padre Jerónimo López (monje bibliotecario del monasterio mercedario de San Juan de Poio, en Poio, Pontevedra), y el maravilloso legado de los libros, que con sabio esmero y rigor conserva en la biblioteca de dicho monasterio, me han catapultado en el tiempo hacia líneas desconocidas, para mí, de unas honrosas efemérides.

 

Este bello lugar está a tan corta distancia de Pontevedra (10 kilómetros) que se puede incluir geográficamente en los limites del actual municipio e igualmente en el aspecto histórico, del mismo, puesto que ha intervenido en los hechos más importantes sucedidos en la capital pontevedresa. Está situado en el extremo O. del ayuntamiento de Cotovad y limita: al N. y al O., con el río Lérez; al S., con la parroquia de Bora,  y al O., con la de Viascón. El Lérez es el único río que pasa por sus términos. En este río desembocan varios manantiales que en el invierno constituyen diversos arroyos. El terreno es bastante fértil con extensas zonas de arbolado, pradería, y montes de gran extensión (Castelo, Coto de Batán y Porto dos Bois). Pertenece Tenorio al municipio de Cotovad, así como doce pueblos más. Estos repartidos y extensos ramilletes de pequeños núcleos rurales, que en Galicia se denominan parroquias, distan varios kilómetros unos de otros y se circunscriben por iglesias a un mismo concello o ayuntamiento. Históricamente Cotovad y, como parroquia integrante de este ayuntamiento, Tenorio están unidas a la historia de Pontevedra. En sus términos tenían casas solariegas numerosas familias pontevedresas, y algunas de ellas dieron lustre a la villa, como las de los Tenorios. Cotovad es una denominación que, sin duda, deriva de “Coto del Abad” –nombre que toma de una antigua torre, aún conservada, este ayuntamiento–, ya que toda la comarca pertenecía a la antigua jurisdicción que sobre ella ejercía el superior del antiguo convento de benedictinos de Tenorio. Del cenobio que da nombre al pueblo se desconoce en qué momento exacto fue fundado. En alguna ocasión se ha fijado en el s. x., y se cree que los monjes fundadores, a cuya cabeza estaba Argario, procedían del vecino cenobio benedictino de San Salvador de Lérez, aunque documentalmente no constan testimonios que avalen las hipótesis expuestas. En 1130 el monasterio de Tenorio ya existía. Un abad de Tenorio, Pelagio, aparece como confirmante de una donación que efectúan un grupo de caballeros a San Salvador de Lérez. Este año, por tanto, habrá de tomarse como término ante quem para fechar la fundación del cenobio tenoriense. En 1835 como consecuencia de la desamortización de bienes eclesiásticos decretada por el ministro Mendizábal, los monjes se ven obligados a abandonar la abadía pasando la iglesia abacial a desempeñar únicamente las funciones de parroquia. La Iglesia, comparada con la de otros monasterios, resulta de pequeñas dimensiones. Consta de una sola nave, de planta rectangular, y capilla, asimismo única, de análoga configuración y prácticamente igual anchura, a la cabecera. El análisis de las construcciones del monasterio conservadas en la actualidad confirman lo que, a través de la escasa documentación nos llega, y que parece deducir: su exigua entidad y protagonismo (no resulta aventurado ver en esta parquedad informativa un resultado lógico de la significación poco destacada del cenobio).

 

San Pedro de Tenorio, históricamente, encierra un gran número de recuerdos de dos épocas principalmente: una de ellas del siglo XV, cuando las luchas entre nobles gallegos tuvieron aquí su resonancia con la toma del castillo de Tenorio, del cual se conservan las ruinas, realizada por el Conde de Camiña don Pedro Álvarez de Sotomayor; otra del siglo XIX, en la época de la invasión francesa, y que dio lugar a un episodio muy importante en la guerra de nuestra Independencia. Brevemente voy a añadir algo más a estos hechos tan relacionados con la historia. Por el año 1476, mientras Alfonso V de Portugal invadía los pueblos de Castilla en defensa de los derechos a la Corona de su esposa doña Juana “la Beltraneja”, que creía detentados por Isabel la Católica, su aliado el Conde de Camiña, don Pedro Álvarez de Sotomayor, conocido también con el nombre de “Pedro Madruga” y que se hallaba expatriado en Portugal como consecuencia de anteriores enfrentamientos con otros nobles gallegos, en los que había llevado la peor parte, irrumpe por tierras gallegas, se apodera de Tuy y dirigiéndose a Tenorio pone sitio al castillo y torres de la propiedad de don Gregorio Tenorio de Gandoy, conocidos con los nombres de “Castelo o Torre del Abad”. Es este el final de una lucha nada honrosa para el Conde de Camiña “Pedro Madruga”. Mientras el Conde de Camiña continuaba en su empresa del bloqueo al castillo de Tenorio, y conociendo que eran vanos sus esfuerzos para rendirlo, buscó el medio vil de la traición. He aquí como “Pedro Madruga” enseñó el camino que más tarde había de seguir, también por traición, el capitán francés Luis de Mudarra para vencer la indomable resistencia del Mariscal Pardo de Cela. En la lucha contra los franceses durante la guerra de la Independencia, Cotovad abrió la batalla contra los invasores. Con relación a los hechos que se refieren a la lucha contra los franceses tienen aquí, en esta parroquia  de San Pedro de Tenorio, un episodio importante: el asalto del convento de Tenorio donde se alojaban 40 húsares. Asalto realizado por los paisanos que dieron muerte a 34 e hirieron a cuatro, entre ellos su capitán-comandante, que falleció a los pocos días. En su desquite los franceses atacaron a los paisanos de Tenorio, que se habían replegado al borde del arroyo que pasa cerca del monasterio, donde les hicieron frente obligándoles a retirarse a Pontevedra sin haber logrado en aquella ocasión su propósito. El 19 de febrero de 1809 atacaron sus habitantes a los destacamentos franceses de Borela, San Jorge de Sacos y Tenorio a los que hicieron rendirse después de una enconada lucha y acabaron dando muerte y arrojando al río Lérez. El día 20 esperaron a las tropas francesas que acudían desde Pontevedra a sofocar aquélla batalla en el puente Bora, obligándolas a retirarse. No contentos con aquellos hechos, el 28 del mismo mes atacaron las guarniciones francesas de Pontevedra. Por último, el 7 de junio tomaron parte con los paisanos de Pontevedra y otros concellos y parroquias en la acción de Puentesampayo, contribuyendo a la derrota de las fuerzas del general Ney...

 

Y en este punto me detengo y me apeo de esta asombrosa máquina del tiempo que es el legado de las páginas de nuestra historia, para hacer hincapié en la relevante importancia que San Pedro de Tenorio ha tenido tanto en la historia de Galicia como en la de España. Brevemente he querido exponer, en estas extractadas líneas, como tomó parte en distintas ocasiones en los que podemos llamar hechos históricos nacionales.

 

Conocer parte de su historia ha sido conocer una mínima parte de mí historia. Hasta donde he podido constatar, documentalmente, mis ascendientes paternos se remontan en San Pedro de Tenorio a principios del siglo diecinueve (1800). Esta minúscula cronología de mi descubrimiento me ha dejado un cierto sabor de añeja nostalgia... Ha sido un agradable paseo que recomiendo. Por casualidad, llegue a un cruce de caminos y no pude por menos que iniciar el recorrido de una senda inexplorada, misteriosa y que me invitaba a adentrarme en ella, a posar mis pies sobre las ya invisibles aunque no desaparecidas huellas de quienes me precedieron; aquellas que habrían de llevarme a este punto de encuentro.

 

Publicado en el Semanario Granada Costa el 22 de noviembre de 2004.