UN ECO PARA MI VOZ
 

 

Del poemario Cartas sin Respuesta

- A la intransigencia de los radicales-

Aunque me rasgue las vestiduras
y se desangren mis venas;
aunque se cierren mis ojos,
cuando mi voz apague el frío silencio...,
por siempre, habrá
un volcán abierto al norte de mi alma
que alimenta el fuego del infierno,
violenta sima que emerge y vuela
al abrigo de la noche.
Será, por siempre,
eterna fuente de agonía
para esta tierra cubierta de heridas,
inagotable venero
donde maceran odios e intransigencias.

 

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