AL CRISTO DEL AMOR
 

Cielo y Tierra aún lloran tu agonía
Cristo de piel morena y sol ardiente,
rojo lirio sangrando en la corriente,
barandal de pasión en noche fría.

Alto mar sobrevuela mi Bahía:
mar de llanto que espera eternamente
manantial renacido de tu frente;
ave-luz que ilumine un nuevo día.

Hay un largo camino de dolor
esparciendo rosales a tu paso
del rosal que prendiera tu mirada.

¡Alba y cruz! ¡Vida y muerte! ¡Luz de Amor!
En la noche del alma, en el ocaso,
Alta cima de luna y alborada.
 

AL CRISTO DE LA BUENA MUERTE
 

Inmóvil vienes, herido,
herido vienes.
Hondas espinas
sangran tu frente.
Herido; muerto
sobre la Cruz y llevas
clavado el cuerpo.
Inmóvil vienes, herido,
herido vienes,
sin mirada tus ojos.
De amor te mueres...
Negro crespón
ondea el viento, y vienes
muerto de amor...
 

TU LLANTO EN LA MADRUGADA
 

Veo asomar de madrugada
un candil de rojo y pena,
negra luna, en mi ventana.
Rocío en caudal de estrellas
al agua del mar derrama
la luz del azul que llora,
para consolar tu pena.
Tu pena Santa Señora,
y no puede consolarla.