LLANTO INFINITO


 


Veo en las aguas de este mar
-reflejo de mi aliento-,
un llanto infinito.
Hay miles de ojos en su azul
desnudos por senderos sin retorno;
perdidos en sus negros abismos de olvidados
oleajes en mar de sangrientas cruzadas...

Se ha levantado el mar
en silenciosa calma de marea fría,
sin final más allá de su línea azul..
Sabe a llanto su brisa salina,
fuente que arroja
la fría sal del llanto de los muertos
que moran en su oscuro regazo; para siempre
huidos de la tierra que alumbró sus ausencias.

 

UN SUEÑO IMPOSIBLE
 


23-08-2003
 


Soñaste que..., tal vez por primavera...,
altas aves de luz con la alborada
detendrían la fuerte marejada
que oscurece el azul de esta ribera.

Tú y yo escalamos juntos la ladera
de esta vida sin cruz y sin espada;
tan sólo nuestro amor como lanzada,
como rayo de sol por primavera...

Soñarte quiero sobre el alto viento,
liberado, feliz en la memoria,
desterrado el dolor del pensamiento.

En mis recuerdos eres firmamento,
la palabra hecha verbo, piel e historia
de esta vida mía,... y sentimiento.

 

AMOR Y POESÍA

 

No dejaré de amar esto que quiero:
este sentir sin límites la hondura
infinita del verso en su bravura;
con él morir sabiendo por qué muero.

Renacer o morir mientras espero
la honda voz que libera la ternura
de mi alma; y este río sin mesura
que convierte en volcán mi ser entero.

Es amarle a un tiempo desearle;
tenerle entre mis manos y perderle;
padecer a la vez goce y dolor;

sin victoria, es la dicha de entregarle
mi más íntimos sueños; de ofrecerle
el alma en notas, luz, ritmo y color...

 

VIENTO DE ABRIL
 

 

Sin duda
he atardecido
con la nueva mañana,
sin la fuerza del volcán
que me empujaba
hacia un enfebrecido oleaje
de inexploradas caricias.
Sin duda
he perdido para siempre
aquel tierno arrebol
del chopo en primavera.
Ha sido abril y este viento
de aromada tarde
acunada entre flores.
Cuántas primaveras
de corazón en tarde luminosa...

Recuerdo
campos sedientos,
despeñados cerros de soledades
con ansias de lluvia
que bebían de mis venas almibaradas;
y de mis ojos
el verde trigo de la inocencia.
Más tarde, era julio
la luz llameante
en tiernos poemas.
De nuevo abril y este viento,
vencido el invierno, renacen
viejos campos peregrinos del alma
en alumbramiento fértil:

Ha sido abril y este viento
en tarde luminosa...;
y mis ansias de amar...

 

CARTA ABIERTA A DIOS

 


Hoy quiero hablarte, Dios, del desatino
que crece la ignominia en el hombre;
y del odio sembrado
en todo el Orbe que está matando nuestros sentidos.

No alumbra tu azul; sólo hay sombras
desérticas nublando sentimientos;
quebranto y agonía, en las horas
que nos muestran la cruz y el infierno.

¡Habladme, oh Señor, Dios, y decidme
que ya vienes a salvarnos, de nuevo,
de tanto desamor y cruel conciencia.

Sólo tú
puedes deshacer el caos de tu obra.
Si me dices
que no hay esperanzas,
quizá comprenda
por qué te fuiste...

 

ROMANCE SONÁMBULO EN EL VIENTO
 

A ti, que me abriste las puertas,
y me mostraste el maravilloso universo de la poesía.
Musa, Ángel y Duende: Federico García Lorca.



Un romance sonámbulo en el viento,
verde viento, serpea por la rama,
verde rama, del sueño en roja llama
de un insomne poema mientras siento...

El romance sonámbulo mi aliento,
hondo aliento, entre sueños encarama
al balcón de la luna que derrama
roja llama en suspiro soñoliento.

Musa y duende por ríos de alborada
en poema, romance de un te quiero,
coronando el azul de madrugada.

Musa y duende de un Ángel prisionero,
floreciendo mi alma encadenada
al compás del Lorquiano romancero.

 

CADA MAÑANA...

 


Alguien muere de sed cada mañana,
en otra tierra, entre caudales de nostalgia,
entre hondos versos mientras la sed nubla su sosiego.

Alguien muere sediento de amor sin yo saberlo,
cada mañana,
donde expiran llamas acotadas,
bajo el frío de las piedras o en cielos a la deriva.

Alguien espera sin saber que yo le aguardo,
lejana a su horizonte,
cada mañana, escondida en el tiempo.

 

EN EL TIEMPO

 

Cuando llegue el tiempo
si es que aún no es tarde,
del ayer,
hoja a hoja, mansamente,
quiero,
si no es tarde, lentamente,
leer
la historia donde soñamos
que nos amamos un instante.

 

ESTA NOCHE...

 


Es estremecimiento, el viento esta noche.
Fue tristeza, el cielo al ocaso.
Es deseo truncado en la corriente,
el fulgor de latentes esperanzas.
Siento que entre sombras anda mi existencia.
Ya se extingue la llama etérea y frágil
que alumbra el aura de mi cuerpo.
No sé si llegará el sueño al nacer el día.
Siento fría el alma; frías las horas;
frías las turbias realidades.
Me ahoga el caudal de mi transparente llanto,
mientras la noche con su eterno silencio hiere...;
me abandona en la penumbra de este tiempo
de palabras ocultas en pozo sin fondo.

 

PADRE

 

Eras tú
el timón de mi barco,
mi guía.
Eras tú
el eje central de mi vida
y sin ti
ya nada es lo mismo.
Desde aquel día,
el sol no es el de siempre:
su mirada
irradia niebla gris
al viento que te emplazó
a ese lugar indefinido...;
seguirá el reloj del tiempo marcando las horas:
horas de infinita tristeza,
de hiriente ausencia en cielo amargo.
Sin ti
la vida es fría espera,
sin puerto
donde arribar mi enseña,
eterno ocaso
sin futuro.
Todo
lo llenabas tú
y sin ti
todo es vacío,
tremenda derrota...

Te quiero...;
lo he sabido tarde.
Te lo digo
en silencioso grito
de amor desesperado.

 

AUNQUE NO ESTÁS

 


Lo sé.
Sin duda esperarás
mi llegada
-soplo de aire-,
liberada del mundo,
entre las sombras
del viento
que te cobija; distinta
sin duda.

Ya ves,
a ti te escribo
y porto el equipaje
de silencioso delirio
en líneas
de versos íntimos.
No sé
si todo lo dicen
las voces que ya navegan
en el aire,
por si tú escuchas
su eco intangible.

Ya ves,
aunque no estás
en mi vida
lo eres todo.

 

ÚLTIMO ADIÓS
 

A tu eterna paz.
-16-02-2004-


 

Te marchaste, mi amor, de madrugada
y no escuché tu eterno adiós; lo siento;
ni el frío enmudecido del aliento
de tu agónica sangre desahuciada.

Dormía, y entre sueños, acunada
por las sombras, vacío el pensamiento,
muda y ciega en la noche sin lamento,
de tu postrero adiós no supe nada.

Libre eras de mortal cruz, al lograr
la dicha eterna siento en mí el dolor
que te dio muerte; el mismo que me emplaza...

Fui hasta ti y, en silencio, al besar
tus mudos labios, te dije: mi amor,
ya eres libre, la paz de Dios te abraza.

 

HABLÁNDOLE AL ALMA...


 

Aunque conocía mi piel esos negros rincones
donde se escondía lo amargo
de un tiempo que adolecía de sonrisas,
tú, alma, irisabas los turbios momentos
y eras en mi voz todo canto amoroso
entonando plácidos ritmos
de dulces palabras y sueños,
que entregabas al caudal de la corriente,
mientras, a solas, mi otro yo agonizaba.
Este corazón, el mío que te descubre,
querría despojar a ese sentir callado
kilómetros de sombras que nos acechan,
la fría rosa de mis manos, la sequía de tus ojos...;
entrelazar perfumadas sonrisas
rebosantes de esperanza...,
a ese otro ser interior que la dicha nos niega.
Aún no es el tiempo...; mas el aire nos abraza bondadoso,
rebosante de luz,
de ternura inextinguible,
para que tú y yo podamos
de las tinieblas surgir como vuelo de mariposa.

 

DÉJAME QUE TE HABLE

 


Déjame que te hable
a través de las ondas
que impulsa el viento insomne
con la luz de las constelaciones.

Déjame, sin preguntar
abrir de par en par
con el aire los espacios
donde esperas, terriblemente solo,
para entregarte las palabras
que callé y jamás he pronunciado.

Y así te hablen ellas
de las páginas que jamás leíste...

 

ROSAS DE BARRO
 



Ese tiempo de rosas:
ramos de puro aroma de alma inquieta,
lo deshizo el viento que me lleva.
Azul rumor de cascada me detiene
con su voz acariciante; sin palabras
me desnuda la piel.
No tiene sentido
mirar atrás y volver a deshojar las flores
de días vividos que no añoran
del olvido sombrías vivencias.
Sé donde están vivas las semillas
que me alumbraron lunas de escarcha:
están aquí, en mí; se hacen presentes
tras el gris umbral de mudas rosas de barro.
No tiene sentido mirar atrás;
querer alcanzar el ave
que volaba rauda mi camino:
ya su vida no es de este mundo.
Aunque mire atrás
ya no existe.
Voló hacia el alba de otra brisa.
Sin duda, la que ha de alzarme
hacia ese otro tiempo sin medida.