Composiciones dedicadas a la Virgen del Rocío

y a la Hermandad Rociera de Almería

Publicadas en Almería año 2001

La autora del libro Mª. Ángeles Bernárdez cedió los derechos de esta edición a la O.N.G. Manos Unidas

 

QUÉ BONITO ES EL AMOR


Qué bonito es el amor,
rosal florido del alma
asomando a tu balcón.
Qué bonito es el amor,
primavera en la mirada
verano en el corazón.

Estribillo:
Qué bonitas las palabras,
qué bonitos los silencios,
la lluvia, la madrugada,
las luces de tu mirada,
cuando me dicen te quiero.

Qué bonito es el color
de una flor enamorada,
rosa roja de pasión.
Qué bonito es su color,
terciopelo verde y grana
capullito de ilusión.

Qué bonito es el sentir
que despierta mis sentidos
cuando estoy cerca de ti.
Qué bonito es el sentir,
refulgentes farolillos
que alumbran nuestro jardín.

Qué bonitos son los cielos
por donde vuela el amor,
libre surcando los vientos,
qué bonitos son los sueños
que cautivan la razón
y liberan sentimientos.

 

BENDITO NOMBRE ROCÍO



Bajo un cielo sin estrellas
iban mis ojos “perdíos”,
mi alma henchida de pena,
mi guitarra sin “sentío”,
la noche por las arenas,
y tú no estabas, Rocío.

Estribillo 1:
Rocío, ¡ay! mi Rocío,
lejos estoy de la aldea;
el día aún no ha “venío”
a iluminar las arenas.
¡Ay, qué penita, Rocío!

Vino el sueño con tu imagen
a rondar los ojos míos.
De blanco y oro radiante
te vi asomada en el río.
Cuando quise despertarme
Tú ya no estabas, Rocío.

Estribillo 2:
Rocío, ¡ay! mi Rocío,
“perdío” en una vereda
bajo el cielo oscurecío
sin la luz de las estrellas,
¡ay, qué penita, Rocío!

Quise andar por la rivera
junto a la noche y el frío.
Con la luz de una candela
prendí la orilla del río.
Mi voz tu nombre requiebra
y tú no estabas, Rocío.

Estribillo 3:
Rocío, ¡ay! mi Rocío,
Virgencita de mi alma
estoy al pie de un olivo,
solito, con mi guitarra,
¡ay, qué penita, Rocío!

Las cuerdas de la guitarra
templaron el pecho mío.
De mis dedos arrancaron
rayos de sol “encendíos”
cuando pronuncié tu nombre.
¡Bendito nombre, Rocío!

Estribillo 4:
Rocío, ¡ay! mi Rocío,
por la mañana almonteña,
Madre del amor divino,
iré aclamando tu nombre.
¡Bendito nombre, Rocío!

 

EL AMOR EN SUS MANOS
(SEVILLANA)

A Manolo y Ángeles ...

Me espera tu alma rociera,
suspira junto al Altar.
Las voces guardan silencio
me miran al caminar
y mis ojos van sintiendo
el calor de tu mirar.

Estribillo:
Tocan campanas de boda.
Vuela la Blanca Paloma
por el amor este día
cantemos, cantemos,
cantemos, con alegría.

Con su vestidito blanco
va derramando alegría.
Tus labios guardan silencio
sonriéndome al llegar,
sonando están los acordes
de nuestra marcha nupcial.

Como la Blanca Paloma,
vienes de blanco vestida.
Mírame, Santa Señora,
estoy loquita “perdía”,
el día de nuestra boda
eres la luz que nos guía.

Prendidas de sentimiento
Las miradas hemos cruzado.
Dos corazones que a un tiempo
nuestras manos han “enlazáo”:
dos alianzas ungiendo
el amor que hemos jurado.

 

CAMINA EL MES DE MAYO



Ya comienza el mes de mayo
y están los campos en flor.
Los rocieros caminando
por las veredas del sol,
las arenas abrazando,
los pasos que anda el amor.

Estribillo:
Amanece el mes de mayo.
Florece el alma rociera
aromando de oraciones,
de cantares e ilusiones,
los cielos y las arenas.

Brillan bajo el cielo azul
lindas canciones romeras.
Los aires surca el sentir
que se siembra en las arenas.
Para llegar hacia Ti
ellas con el viento vuelan.


Flores lleva el corazón
de sentimiento y entrega
y en cada paso el amor
hacia tu ermita les lleva.
Quieren sentir el fulgor
de tu mirada serena.

Va delante el Simpecado
meciendo al viento su estela
y el mes de mayo florido,
esperando que amanezca,
de aromas siembra el Rocío
junto a la luna almonteña.
 


 

CAMPANAS DE GLORIA



Suenan campanas de gloria
llamándonos al rocío.
Van desplegando con gracia
redobles por los “sentíos”.
Sones repletos de audacia
que llaman del sueño mío
al sentimiento de ausencia
donde me había “perdío”.

Estribillo:
Suenan campanas que dicen,
que ya comienza el rocío,
que los romeros se marchan
y que mis sueños no están
junto a ellos en el camino.

Oigo un son de sevillanas
al paso de las carretas,
el toque de las campanas
que pasaron por mi puerta
y vieron por la ventana
que aún no estaba despierta.
Diles tú qué yo iré al alba
por donde andan las arenas.

Vuelve a mi pecho el aliento
que me impulsa a caminar
con pies descalzos, sintiendo
las huellas que hace el andar;
el corazón descubriendo
sendas de álbeo mirar;
pinos de verde meciendo
fulgor de luz celestial.

Hacia ella caminaré
vistiendo el alma rociera,
Señora, te ofreceré
mi piel cansada y sedienta,
y tu manto rozaré,
Virgen, con toda la fuerza.
Fuerza que impulsa mi ser,
Blanca Paloma Almonteña.

 

 

 

NOCHE EN EL CAMINO



Cuando la noche renace
despuntan los sentimientos.
Cuando la luna se esconde
en el jardín de los sueños,
donde la luna y las sombras
son nubes de amor sediento.

Estribillo:
Y en la noche destemplada
están vivos los recuerdos,
amores con la alborada
navegando por los cielos.

Cuando la noche renace
mi voz te brinda un “te quiero”.
Cuando la noche renace,
mi voz te brinda un “te quiero”.
Requiebro en la madrugada,
sentir de un viejo romero.

Cuando la noche renace
el camino se hace eterno.
Cuando la noche renace
el camino se hace eterno.
Viene lenta la mañana;
van ardientes los deseos.

Cuando la noche renace
mi voz vuela con el viento.
Cuando la noche renace
mi voz vuela con el viento.
Frágil eco en las marismas
cuando camina el silencio.

 

 

 

EL ECO DE MI VOZ

 


Señora, cruzo la mar
para besarte, Señora.
Señora, cruzo la mar,
para besarte, Señora.
Conmigo vienen detrás
de blanco y verde las olas;
de oro la madrugá.

Estribillo:
El alma lleva al silencio
de las cuerdas de mi voz,
sones de luz que desprende
el latir del corazón.

Señora, vengo del sur
para besarte, Señora.
Señora, vengo del sur
para besarte, Señora.
Para ello cruzo la mar.
Mi barco tiene dos remos,
mis manos la voluntad.

Señora, llevo un candil
para alumbrarme, Señora.
Señora, llevo un candil
para alumbrarme, Señora,
cuando la noche ante mí
cubra mi barco de sombras
y yo no pueda seguir.

Señora, quiero al llegar
mirar tu imagen, Señora.
Señora, quiero al llegar
mirar tu imagen, Señora,
abrir la reja y saltar,
alzar mis brazos, Rocío,
para poderte besar.

 


 

SALVE EN EL CAMINO



Una Salve en el camino
despunta al Alba rociera.
Asoma como una estrella
sus ojos de amor divino
por la mañana almonteña.

Estribillo:
Hay un mar de corazones
que, camino de la ermita
y ante ti, Virgen bendita,
ondearán sus emociones.

Por sendas llenas de amor
anda con los peregrinos
y suena con gran fervor,
con paso firme Señor,
la Salve que hace el camino.

Se desprenden, Virgen mía,
de esta Salve rociera
sentimientos de alegría
que iluminan las marismas
y amanecen con el día.

Salve con los pensamientos
que engrandecen el silencio,
que caminan a tu encuentro,
elevándose hasta el cielo
con aromas de requiebro.

 


 

UN RAMILLETE DE AMORES
(RUMBA)
 


A Manolo y Ángeles ...

Un ramillete de flores
puse, niña, en tu ventana.
Un ramillete de amores
“pa” ti mi rosa temprana.
“Pa” poder así tenerte
en mi vida y en mi alma
un ramillete de flores
puse, niña, en tu ventana.

Estribillo:
Siento que el amor florido
escala por la ventana
junto a tu balcón y el mío,
el amor que enreda el alma.
Al mirar tras los cristales
yo vi tus ojos, ¡ay! de esmeralda

El sol penetró a raudales
con tu brillo por mi casa.
Al verte tras los cristales
no quise que te marcharas.
Al verte tras los cristales
¡ay!, yo supe niña que a ti te amaba.

Ella bendice este amor
puro y fresco como el alba.
Contigo yo me casé,
contigo, rosa temprana,
junto a ti, mi bella flor,
¡ay! vuela, Paloma, Paloma blanca.
 

 

 

SUEÑO CON SER TU DUEÑO



Ayer noche tu mirada,
cuando yo estaba dormido,
vino a mí de madrugada
despertando los latidos
de este corazón nacido
junto a las luces del alba.

Estribillo:
Sueño que sueño en la noche
despertar a un bello sueño,
sueño que mi alma esconde
y es que quiere ser tu dueño.

Ayer noche me miraste,
y una mirada de amor
de mis ojos arrancaste.
Manantial donde nació
el sentir que acarició
tu piel color azabache.

Suspirando estoy, mi vida:
la luna de mi mirada,
por ti se quedó cautiva.
Un sueño, de amor al alba,
prendido en la madrugada
que junto a los dos camina.

 


 

POR LA SENDA MARISMEÑA



Dicen los que viven el rocío,
dicen los que andan las arenas,
dicen que el mejor de los caminos
es la senda marismeña.

Cuando caminan tus hijos
por la senda marismeña,
con blanca capa de armiño
viste la luna romera,
la noche soles de plata
con la luz de las estrellas.

Bajo la luz de los cielos
y el ardor de las arenas,
caminan junto a los sueños
por la senda marismeña
hermandades peregrinas
de romeros y romeras,
tras de tu imagen divina.


Dicen los que viven el rocío,
dicen los que añoran las arenas,
dicen que el mejor de los caminos
es la senda marismeña.

Por la senda marismeña,
cuando caminan tus hijos,
Señora, a su alma rociera
Tú pones alas doradas,
al nacer de la mañana,
del aire de tus candelas.

Dicen que la Salve rociera,
dicen que al alba de la mañana,
dicen que la Salve rociera,
que entre olés se desgarra.

Por la senda marismeña,
cuando la cantan tus hijos
se estremece hasta el silencio;
la arena de las marismas
el sentir de los romeros
entrelaza con el viento.
 

 

 

OJOS NEGROS

 


Por las sendas de la noche
brillan unos ojos negros:
son los ojos de una niña
que me miran desde el cielo.

A esa niña vi partir,
vi partir hacia tu encuentro.
Y se marchó sin saber,
¡ay! Madre, cuanto la quiero.

Esta penita tan grande
lleva el corazón herido,
un ramillete de flores
de un amor no florecío.

Abrazan, noche y silencio,
los sueños que se han perdío,
lágrimas y desconsuelo
de este corazón partío.

Hay manos blancas meciendo,
Paloma Blanca, el rocío
que en la noche se desprende
y el viento lleva hacia el río.

Beso el agua, que contiene
dulzor de sus ojos negros;
quisiera, Madre, con ella,
poder navegar los cielos.

Por las sendas de la noche
voy andando hacia su encuentro,
no alcanzo, Madre, su estrella
Madre, muéstrame el sendero.
 

 

 

SON DE SEVILLANA



En la madrugada
se escucha un cantar,
son de sevillana
que quiere alcanzar
las nubes y el viento,
la noche y el sueño,
y quiere volar
con luz celestial.

Estribillo:
Copla sevillana
lucero y camino
sobre las marismas
cantar peregrino.

Linda sevillana,
tu eco esparcido
junto a los romeros
cruza por el río,
prende las arenas,
entra en el rocío,
suena entre el gentío
por tierra almonteña.

Sentir del romero
que alegra el camino,
despierta al silencio,
y al cielo dormido,
funde sentimientos
de fe y de ilusiones,
entre corazones
que bailan a un tiempo.

Tus ecos se cruzan
con las oraciones.
Cuando el día nace
aún se oyen tus sones.
Eres sevillana,
luna en las marismas,
sol de la mañana,
lucero en la noche.
 

 

 

ESPERANDO ESTÁ LA TARDE

- Bahía de Almería -
... donde las arenas al atardecer ...


Esperando está la tarde
el albor de tu mirada;
antes que llegue la noche
quiere verte, luna clara.
En la mar ella se esconde,
entre nubes se desangra,
junto al ocaso dibuja
acuarelas sobre el agua.

Estribillo:
Soñando está tu figura,
soñando tu piel de nácar,
soñando tu tez moruna,
soñando con tu mirada.

Cantarina está la tarde,
ruiseñor de voz cansada,
cuando pronuncio tu nombre
mi voz sus manos desgarra,
y al aire roba colores
de brisas azul y grana.
Al aura del horizonte
las luces de mi mirada.

Sueña poder encontrarte
sobre la mar reflejada,
antes que llegue la noche
junto a mis ojos aguarda
dibujando en el ocaso
acuarelas sobre el agua,
bebiendo la sed del cielo
y el verdor de mi mirada.
 

 

 

SALVE MARÍA
(VILLANCICO)

A María del Mar Casimiro

Del cielo un Ángel de Dios
del cielo un Ángel de amor
a anunciarte él ha venido
que de tu vientre bendito
va a nacer el Redentor.
Gloria a Dios y al que vendrá
y bendito sea Tu nombre.
Gloria al Dios que nacerá,
gloria a Dios y al que será,
La salvación de los hombres.

Estribillo:
Santa María, Santa María,
Santa María,
entre todas las mujeres
eres la más bella flor.
Santa María, Santa María,
Santa María,
entre todas las mujeres,
Tú has sido la elegida
para ser madre de Dios.


De tu vientre inmaculado
va a nacer el Redentor.
De la tierra y de los cielos
será por siempre en el tiempo
alma y luz de salvación.
Gloria a Dios y al que vendrá
y bendito sea Tu nombre.
Gloria al Dios que nacerá,
gloria a Dios y al que será,
la salvación de los hombres.
 

 

 

EL FULGOR DE UNA CANDELA
(VILLANCICO)

A Mari Carmen Yétor

El fulgor de una candela
prendió del cielo una luz.
Al bajar vimos su estela
tras ella vamos, Jesús.
Tras ella vamos, Jesús;
larga se hizo la espera.
El fulgor de una candela
prendió del cielo una luz.

Estribillo:
Navidad, luz de Navidad,
Navidad de fulgor divino
vienes sembrando los caminos.
Navidad, luz de Navidad,
Navidad en los corazones
y gloria al recién nacido.

Madrugada peregrina,
que anuncias la Navidad.
Tiempo por donde caminan
deseos de amor y de paz.
Deseos de amor y de paz
nos trae tu luz divina.
Madrugada peregrina
que anuncias la Navidad.

Estribillo:
Navidad, luz de Navidad,
Navidad de fulgor divino
vienes sembrando los caminos.
Navidad, luz de Navidad,
Navidad en los corazones
y gloria al recién nacido.
 

 

 

AURORA NO LE DESPIERTES
(VILLANCICO)

A la memoria del niño ecuatoriano Marcos Cabrera...

Aurora no le despiertes,
el sol espera escondido
oculto tras las montañas
envuelto por verdes pinos.
El viento mece la calma
y vuela sin hacer ruido.
El Niño Jesús ya duerme
en su cunita de armiño.

Estribillo:
Duerme, niño, duerme,
mientras yo velo tu sueño.
La Navidad que hoy viene,
abraza los corazones
de paz y de buenos deseos.
Duerme, niño Jesús, duerme,
duérmete Rey de los Cielos,
duerme niño,
que yo velo tu sueño.


Al oírme viene la alondra
alegre a entonar sus trinos,
a mirar por la ventana
tu dulce sueño, mi niño.
La luna viste de plata
y el cielo de oro fino.
Su luz ondea una estrella,
Estrella de Amor Divino.

Estribillo:
Duerme, niño duerme,
mientras yo velo tu sueño.
La Navidad que hoy viene,
abraza los corazones
de paz y buenos deseos.
Duerme, niño Jesús, duerme,
duérmete Rey de los Cielos,
duerme niño,
que yo velo tu sueño.
 

 

 

AIRES DE SILENCIO


- Al cantautor Manolo García por haberme inspirado con su música estos versos -
“Y seré espuma en la ola, azul sobre el azul, eternamente” ...
(A. Román Amezcua)

Al final del camino,
sobre las montañas blancas,
hay vidas que nacen
con cada amanecer.
Hay soles que se esconden
entre nubes de silencio.
Hay azules que se llevan
aromas de viejos sueños.

Donde la noche duerme,
donde la noche vuela,
hay silencios que despiertan
mucho antes que amanezca.
Donde la noche y el viento,
donde la luna y el cielo,
oigo el eco solitario
de mi voz en el silencio.

Aires de silencio,
de amaneceres y estrellas,
veo esconderse entre las nubes,
viejos sueños del ayer.
Aires de silencio,
sobre las montañas blancas
hay un tiempo que amanece
con luces de atardecer.

Horizontes de silencio,
sobre las montañas blancas
hay un tiempo que me espera
para volver a empezar.
Hay un valle que desciende
por el verde de los sueños.
Hay un río que navega
rastros de pasos sedientos.

Al final del camino,
sobre las montañas blancas,
lleva la luna el secreto
del alba al amanecer.
Por el azul oscilante,
sobre las montañas blancas,
ondea la luna el reflejo
de la luz que el sol nos guarda.