CIELO DE TABERNAS

 

Donde seré paloma sin retorno
junto a los altos cipreses del alba...


 

Bajó al pié de los senderos
con la luna destemplada
de los cielos de Tabernas
el Sur en la madrugada.

Bebió el Sur junto a la luna
del verde de los olivos.
Luna y Sur iban, al alba,
de oro y de plata vestidos.

Alto río era en la noche
el bravo Sur sobre mi alma.
Mudas voces de altas torres
entre mágicas campanas...,

sones pendían del negro
crespón que ondea la calma.
Luna y Sur, en el silencio,
se arrullaban bajo el alba.

CAMPOS DE NÍJAR

 


A Federico García Lorca
 

 

Campos de Níjar,
de la tierra al cielo,
senderos de vida,
caminos de fuego.

Azules y estrellas,
vergel y desierto
de sangre y arena
en brazos del viento.

Tierras de leyenda,
pasión y lamento
de vidas y muertes
en versos sedientos.

Campos de Níjar,
de la tierra al cielo,
senderos de vida,
caminos de fuego.

 

PRIMAVERA
 

A Antonio Machado
 


La primavera se asoma
al cristal de la arboleda
donde el verso, luz del alma,
encumbra verdes praderas.

Dicen las nubes que tienen
en las fuentes del rocío
lágrimas de amor y sueños
de llantos que se han perdido.

Fontanas de vida y verdes
derramados al jardín
donde el sol bebe sediento
las frescas aguas de abril.

En las fontanas del cielo
llantos, de esperanzas ciegas
tras las nubes escondidos,
que recogen las estrellas.

Diosa de vuelo florido,
ave eterna del amor.
Sol, que prendes los sentidos
del corazón y la flor.

 

EL SUR DE LOS POETAS
 

A, Antonio Machado

 

Soy poeta que camina,
como tú, por los senderos
insondables del destino
donde el verso es fiel viajero.
Poeta sembrador de aromas
al verde mar, al olivo,
al diamante de las aguas,
en las cruces del camino.
Mis manos cincelan notas
y al compás riman luceros
con las fuentes de la aurora
y los azules del cielo.
Al cantar templo saetas;
del amor soy mensajero;
en la mar del corazón,
fiel y errante marinero.

Como tú, yo ando caminos
por el mar y las estrellas.
Al andar te busco, amigo,
donde el Sur de los poetas:
donde el Sur tiene tu ancla,
tu barca, verdes estelas...;
bajo el cielo de Castilla;
por Sevilla, en la ribera
donde el verso es peregrino
que enarbola tu cantar.
Poeta de verde altivo,
viejas fuentes, roquedal.

Yo, poeta y peregrino,
de la tierra y de la mar,
tras las huellas de tus pasos,
busco camino al andar...

 

ALEGRÍAS


 

Almería tiene un cable,
un cable de mineral.
Almería tiene un cable
a la orillita del mar.
¡Qué, de tan viejo, se cae!

Unos, me dicen qué sí;
otros, qué no.
El negro cable, ¡ay, sí, sí!,
lo he visto yo.

¡Deshojaron margaritas
para las dudas!
¿Por qué aún no lo han tirado...?
¡Cuánta locura!

 

RIÑA DE AMORES ENTRE DOS HERMANAS


 

Por qué pregonas los sueños
si los sueños, sueños son.
Pierdo al soñar la razón
y el alma cuenta secretos
que se calla el corazón.

Lo que soñamos son sueños,
son quimeras nada más.
Nunca se harán realidad,
quien nos roba el pensamiento
no nos nombra ni al soñar.

Pues no vayas pregonando,
hermana, nuestros secretos.
A madre cuentas los sueños
cuando de noche soñamos
con el que tú y yo sabemos.

Él es la luz de tu vida;
quien me enciende la mirada;
quien nuestro llanto derrama.
Él es tu norte y mi guía;
mi horizonte y tu mañana.

 

TARANTOS

 


Hay una niña morena
asomada a la ventana
del balcón de la mañana.
Es una blanca azucena
que viste de oro y de plata.

Siempre la veo asomar
al azul de la bahía.
Luna en plata y luz bravía
en el espejo del mar,
del mar que baña Almería.

Tengo miedo de las sombras
que quieren oscurecerte,
porque yo quiero tenerte
asomadita en las horas
en que el día viene a verte.

En la noche mi guitarra
para ti templa un taranto.
Amor te brinda este canto
mientras mi voz se desgarra
en las cuerdas de tu llanto.

Que nadie llore por mí.
Que nadie seque mi llanto.
Que el llanto que yo vertí,
maldigo y bebo por ti
con el puñal de mis manos.